18 noviembre 2009

El Boom de los Bancos de Imágenes

El boom de los bancos de imágenes: la memoria fotográfica del mundo.

Vilena Figueira
http://archivosyfotografias.blogspot.com/

Hace más de 20 años, cuando hablábamos de un banco de imágenes nos referíamos a una empresa que comercializaba fotografías e ilustraciones a través de catálogos impresos. Básicamente prestaban ese servicio a publicidades y editoriales interesadas en ilustrar sus piezas de mercadeo o reportajes.

Actualmente, cuando mencionamos un banco de imágenes, nos conseguimos con diferentes propuestas en el mercado. Podemos observar desde híbridos entre agencias de noticias y catálogos digitales, hasta archivos patrimoniales digitalizados.
¿Qué ha pasado?. ¿Cómo los archivos fotográficos digitalizados han llegado a ser la memoria gráfica del mundo?.

Los comienzos
En 1975 se logró la primera imagen digital. Desde ese momento nació un nuevo tipo de documento, y por ende la necesidad de tratarlo como tal, con sus taxonomías y formas de catalogación.

Mucho después, con la evolución de las cámaras digitales, los pioneros en facilitar el acceso a aquellas imágenes fotográficas formadas por píxeles fueron las agencias de noticias y los bancos de imágenes publicitarias: las dos fuentes de información gráfica más importantes para las empresas editoriales y páginas webs (1).

Luego, en el año de 1995, Bill Gates anunciaba en su libro “Camino al futuro” (2), que una de sus metas era ser el propietario del mayor banco de imágenes del mundo. Él (quien en ese momento estaba diseñando para su casa unos gigantescos paneles digitales en las paredes y corredores que mostraran a su familia e invitados las imágenes de su preferencia) logró su meta y fundó Corbis.

En ese texto quedó en evidencia que un magnate no iba a invertir en una actividad que no generara ganancias o, por lo menos, no fuese un segmento del mercado en crecimiento, estimulante para su visión comercial.

¿En manos de quién está la memoria gráfica del mundo?.
Fue muchísimo el espacio que ocupó en los medios la noticia que comentaba que Google hospedaría las imágenes de la revista Life. Sin embargo no se ha profundizado de forma suficiente en su análisis.

A mi entender, mientras existan más lugares de intercambio de este tipo de información es mejor, pues se han constituido en la plataforma de donde surge una nueva visión de los archivos fotográficos. Se ha redimensionado el concepto y se han roto las barreras entre lo patrimonial y lo comercial.

Hoy en día los bancos de imágenes como éste, han posibilitado dejar comentarios, mandar a imprimir cualquier imagen para consumo personal o institucional e incluso ayudar a identificar personajes y hechos. Por otro lado, el impacto del archivo digitalizado de Life es que, no solamente presenta el documento, sino que lo llena de un aura de empatía y significación. Por ejemplo, invitan a una persona famosa o líder de opinión a ser el curador de la semana, o, piden que votes por una imagen o por otra. En el trasfondo hay casi un estudio de intereses, casi un termómetro social, un “ranking” de lo más buscado, lo más visto o lo que más gusta. Estoy segura que es alto el tiempo que pasan los usuarios en esa web.

Sin embargo, hay algo más que un estudio de mercado. Lo que más me impacta, es el discurso visual que se va armando y la forma en que lo capta ese usuario. Incluso hay webs como la que hizo la comunidad de Birmingham, que dan la opción de armar su “propio album”. Recordemos que tras una imagen hay valores, gustos, documentos, realidad, pasado y memoria.

No es juego. Se está armando la memoria gráfica del mundo y nos estamos quedando fuera de la historia que se está construyendo ante nuestros ojos. ¿Pero son Life o Google los responsables de esto?. ¿En dónde está Venezuela, o por decir más, los países latinoamericanos en esa historia?. Sin embargo a veces creo que ese “alguien” que nos está dejando afuera somos nosotros mismos. Los mexicanos, los chilenos, los brasileros y los colombianos han trabajado sistemáticamente desde hace bastante tiempo en la reconstrucción e inventario de su patrimonio fotográfico. Sin embargo pregunto, ¿esos archivos y redes de fototecas latinas tendrán sus respaldos en servidores satelitales como los de Google, NASA, Time, Corbis, Getty o Life?.

Líderes de opinión, crisis y memoria
El pasado mes de abril, en el Foro Gubernamental de Líderes, realizado en Estados Unidos, convocado por Obama para que sus líderes de opinión ofrecieran salidas a la crisis, un actualizado Bill Gates afirmó que estamos en la economía del conocimiento. También dijo que “el futuro de la información está en las bibliotecas y archivos”. A nuestro entender bien ha podido afirmar “archivos digitalizados”. Es decir, aquellos que no lo estén, morirán por falta de uso, concepto que por cierto se está analizando actualmente en España en foros de información. Aquellos que no den el gran salto podrán llegar al lógico proceso histórico de la decadencia.

Este es el panorama en el que nos estamos moviendo:

* Mientras Google ha decretado que “no descansarán hasta ayudarle a encontrar las llaves de su auto” y está haciendo alianzas con cientos de archivos y bibliotecas del mundo, la Asociación Mexicana de Historia Económica (AMHE) protesta enérgicamente porque Google ha impedido el acceso a los periódicos mexicanos digitalizados y almacenados en Paper of Record.

* Mientras hay empresas que todavía no han realizado el mínimo esfuerzo por rescatar sus archivos y han perdido toda información (ya sea porque han sufrido el descontrol del material en manos de fotógrafos que se llevan “su” trabajo o porque se ha “dañado el disco duro”), hay otras instituciones que en la provincia, poco a poco, con escasos recursos, hacen lo necesario por rescatar su material.

* Mientras que, desde nuestro puesto de trabajo, o desde juntas directivas hemos abogado para que se produzca el primer encuentro de fototecas y archivos fotográficos públicos de Venezuela, hay otros archivos en el mundo que tejen redes sociales en torno a una fotografía y construyen memorias fotográficas colectivas.

* Mientras hay iniciativas gubernamentales como las que llevan a cabo la Alcadía de Madrid o el Archivo Patrimonial del Valle del Cauca; o que un Museo pueda revelar una ciudad como Caracas o un rescate a partir de entregarles cámaras a miembros de una comunidad de Bogotá, en Venezuela solicitamos urgentemente un espacio para los archivos fotográficos en el Satélite Simón Bolívar.

* Mientras que la Biblioteca Nacional de Venezuela tiene años de experiencia en la catalogación de imágenes, hay otros organismos que recién están descubriendo que una imagen es una unidad documental.

* Mientras hay todavía los comunicadores aprehensivos con la divulgación de sus archivos, hay otros que permiten el uso gratuito, el Copy left y la libre divulgación.

* Mientras se entregan bases de datos completas a investigadores extranjeros y se les niegan a venezolanos, hay quienes con mucho empeño crean Bancos de Imágenes especializados sobre Venezuela.

* Mientras las agencias noticiosas principales del país todavía no ofrecen una relación con el usuario libre de motorizados y depósitos en el banco, algunos medios impresos privados ya tienen su banco automatizado.

Y para aquellos que todavía no lo han entendido, ha nacido el nuevo perfil del profesional de la información, pues harán más eficientes a las empresas donde trabajen, trayéndoles crecimiento productivo. Han nacido las nuevas bibliotecas y las nuevas formas de divulgar la documentación. Ya lo decíamos en nuestros talleres hace 10 años: El futuro de los archivos fotográficos es convertirse en bancos de imágenes. Pero cuidado: digitalizar NO es preservar (3), y crear un banco de imágenes NO es publicar imágenes en la web. Un banco de imágenes requiere la catalogación necesaria, un buscador semántico, un sistema de e-commerce y un sistema que permita al usuario la preselección o selección de imágenes. Por ello, uno de los campos de trabajo que más futuro tiene es el de la información.

Bibliotecas, archivos, fotógrafos, fototecas, editoriales, prensa, medios impresos, organismos públicos, clínicas, museos, alcaldías, empresas privadas, gobiernos, nosotros mismos y nuestras familias: ¿quién no tiene un archivo fotográfico? y ¿qué estamos haciendo por ellos?.

Muchas veces la historia del mundo ha dado un giro interesante en torno a una imagen. Ojalá ahora el giro esté dado por muchas de las imágenes que están en nuestros archivos. Y una última pregunta, ¿todavía sabes en dónde está aquella foto desvanecida que tanto te importaba?. Si no te importa en dónde está, entonces este artículo no ha sido escrito para ti, porque por cada segundo que pasa, millones de obturadores y scaners captan una pieza más de este rompecabezas visual que aun no importa lo suficiente. Como lo dijo Joanna Bourke "La elección entre el olvido y la memoria sigue siendo nuestra".

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(1) Así mismo, recordemos que las empresas editoriales avanzaron en su tecnología, trayendo como consecuencia posteriormente, la edición digital.
Incluso, es necesario mencionar, que los campos que actualmente se utilizan para catalogar imágenes surgieron de las mejores prácticas de una de las corporaciones de agencias noticiosas del mundo: International Press Telecommunications Council, IPTC. En las reuniones de la WC3 , World Wide Web Consortium, se pusieron de acuerdo todos los creadores y diseñadores de software para incluir estos campos como un estándar de metadatos.

(2) Bill Gates; Camino al Futuro; edit. Mac Graw Hill, 1995.
Es decir, previó, en cierta forma, el consumo de imágenes que se avecinaba. Ya no solamente iban a estar en afiches, carteles, vallas, sino en las paredes de nuestras casas. Actualmente no hemos llegado a eso todavía, apenas tenemos tímidos portarretratos digitales en casas u oficinas.

(3) Esto lo deja bien claro la UNESCO en su documento Directrices para la preservación del patrimonio digital. CI-2003/WS/3
http://unesdoc.unesco.org/images/0013/001300/130071s.pdf

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